Pedro Faria Bravo nació en Lisboa en marzo de 1963, ciudad en la que vivió hasta los 22 años. Cuando era niño, pasé un tiempo en el Alentejo e hice huertos en macetas en el balcón del piso donde vivía.
En 1977, a los 14 años, consiguió sus primeros binoculares, con los que comenzó a observar aves y comenzó sus viajes exploratorios por el país. A los 18 sabía lo que no quería en la vida, a los 19 era aficionado a la fotografía y caminaba por colinas y valles con el objetivo de fotografiar molinos, quería ser antropólogo o periodista. No lo fue. Se hizo apicultor y se fue a vivir al Alentejo, en Évora.
Durante veintidós años fue apicultor itinerante por los campos del Alentejo, Alto y Baixo, Algarve, costa e interior, hasta que finalmente se instaló en Mértola, en el pueblo de Corte da Velha, un pequeño pueblo que se extiende a lo largo de la ladera. de la sierra de São Barão.
Conoce la miel con los ojos cerrados o abiertos y en 2005 fue uno de los pioneros en la producción de miel orgánica, la cual continúa produciendo, le fascinan los múltiples colores del polen que recolecta, todavía toma fotografías, observa los pájaros cada cuarto de hora, la libertad que encuentra en la vida, le gusta pasear por el campo alentejano que conoce bien, descubre el río Guadiana, aprecia a las personas, las escucha contar sus vidas y escribe sus historias. Cuentos, medias crónicas, medias historias, palabras ambientadas del mundo rural.
Le gusta la comida auténtica y sabe dónde está, siente curiosidad por la historia que se vive en las calles de Mértola. Es consciente de que si no puede descubrir el mundo entero, puede esperar a que el mundo se le aparezca a través de los viajeros que lo buscan para llevarlos a descubrir el mundo que lo rodea, el mundo de los campos del Alentejo, el abejas y pájaros que surcan los cielos.
Pedro Bravo – Guia de Natureza
Corte da Velha – Mértola